Bienvenidos
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En los años 50 la familia Gómez Aguilar vino a Costa Rica, específicamente al puerto de Puntarenas a buscar una mejor calidad de vida, dejando atrás su país natal: Nicaragua.
La bisabuela Elena Aguilar, tuvo un don para la comida y así puso su negocio detrás del Estadio Lito Pérez donde vendía nacatamales, chicharrones, entre otros platillos. Esa herencia la pasó a la abuela Marta Gómez y ella a mi mamá Damaris Solano.
Estas salsas son una tradición de más de 60 años, que han pasado de generación en generación, la cual viene con un toque de unión familiar y trabajo para lograr las cosas. Hoy estos sabores están a su disposición para su deleite.